Aquéllos extranjeros del 8.

Un día llegaron esos extranjeros, creo que, esta vez, sólo son tres, no creemos que les falte nada, son felices, pero solo son tres.
A veces oímos que los niños cantan acompañados de una guitarra, a veces los vemos entrar con papeles y pinturas, plastilina y esas cosas. Muchas ocasiones suben las escaleras con ojos puestos en un libro. Siempre nos saludan con una sonrisa.
Se parecen a su padre, es un profesor, parece francés, al menos lo habla.
Los niños tienen ojos grandes y la niña es muy bonita, el tiene chinitos.
No sabemos bien de donde vienen, pero es seguro que no son de aquí, esos nuevos parecen experimentar nuevas cosas aquí.
Este es el diario de nuestra crisis, el testigo de nuestra evolución personal.

sábado, 11 de septiembre de 2010

El Cápitan.

-Esto es lo único que quedo capitán.
Dijo Ernesto Villalba mientras le enseñaba a el Capitán De La Huerta una bolsita de ziploc con un lápiz dentro.
-Realmente no sé que significa-Continuó-Espero que no se nos venga el infierno. Susurro mientras se percinaba.
El caso de Juan De Sevi era el más extraño que el capitán jamás resolvió, aunque realmente no lo hizo.
El Capitán era uno de los mejores funcionarios que había en La Ciudad de Neixpa, resolvió desde quién le robo el gis a su maestra de 2do grado, hasta el asesino de la Familia Buenavista, pero nunca se encontró con algo tan extraño y perturbante, verán, lo único que quedo de la víctima fue una mole de grasa, músculos y piel totalmente quemada en una silloneta que estaba totalmente intacta, no así con la estantería de libros del hombre, totalmente reducida a cenizas, de la cual sólo quedaba una portada quemada a medias que solo se alcanzaba a leer:
La Casa Roja
Jul

Esto le parecío de lo más intrigante a el Capitán, el cual sufrió de insomnio hasta el resto de su vida pensando que el título le parecía familiar, pero le estoy dando demasiada importancia, esta portada nunca tuvo relevancia en el caso.
Ciertamente, el Capitán siempre se mostraba enojado, aún más cuando no podía resolver un caso, y lo peor, nunca aceptaba consejos u ayuda de nadie.
Pero fue el 12 de Febrero de ese año cuando, en medio del acto carnal con su esposa, le vinó a la mente la solución.
Había leído un articulo hace unos meses, antes de que se presentara el caso, que hablaba sobre un fenómeno llamado combustión expontánea, por razones que el nunca llegó a comprender no logró acordarse de dicho documento, y de el parecido entre el caso y un personaje de un libro de Julián Carax,  hasta esa madrugada justo a las 2: 15.
Se vistió, tomó una chaqueta y salió en busca de su destino, el cual no era muy apetecedor.

Después de mucha especulación sobre que había pasado con el Capitán se encontró un mercedes de la época que era de su pertenencia quemado  e incinerado, el Capitán nunca se encontró y se le dió por muerto.
En un almacén el Capitán, atado, con 10 dientes menos que hace 1 semana y sin esperanzas de procrear dijo sus últimas palabras:
-¿Porque quemarlos, pa-parqeu sirve que-quemarlos?
A lo que el Diablo le respondió:
-Porque es lo único que se debe hacer con ellos.
Respondió antes de propinar el golpe mortal hacia la garganta de el Capitán.

(NOTA: Para los quese acuerden o conozcan a Carlos Ruiz Zafón les pido disculpas por el abuso de nombres, personajes etc.)

No hay comentarios: