Aquéllos extranjeros del 8.

Un día llegaron esos extranjeros, creo que, esta vez, sólo son tres, no creemos que les falte nada, son felices, pero solo son tres.
A veces oímos que los niños cantan acompañados de una guitarra, a veces los vemos entrar con papeles y pinturas, plastilina y esas cosas. Muchas ocasiones suben las escaleras con ojos puestos en un libro. Siempre nos saludan con una sonrisa.
Se parecen a su padre, es un profesor, parece francés, al menos lo habla.
Los niños tienen ojos grandes y la niña es muy bonita, el tiene chinitos.
No sabemos bien de donde vienen, pero es seguro que no son de aquí, esos nuevos parecen experimentar nuevas cosas aquí.
Este es el diario de nuestra crisis, el testigo de nuestra evolución personal.

domingo, 18 de julio de 2010

Historia II

LA UNA DE LA MADRUGADA


Es poco más de media noche.

Se oyen ruidos ajenos a su mundo, más naturales, nada tecnológicos, como en un paraíso tropical desierto, solo que no lo esta.

Un pajarraco verde y colorido aterriza a sus pies, se acerca a una piedra dentro de su mano, la piedra es rosa claro, transparente y un poco sucia; el animal la toma con sus patas y levanta el vuelo.

Unas figuras obscuras y con grandes adornos en la cabeza se ven a través de la noche.

Él es incapaz de moverse, no siente la mitad de su cuerpo, el brazo derecho es lo único que puede mover., pero este esta bañado en sangre, el tejido esta destruido hasta llegar a una mano sin dedos.

Está mutilado, solo hay un pie, pero es un pie solitario, a unos metros de él.

La punta del pie, donde debería estar el talón, escurre una tripa de color rojo vivo, por donde escurre una gota cada tic-tac que marca tu reloj.

Sus pasos suenan crujiendo el pasto del recinto sagrado.

Lo toman, están sonriendo y sus dientes brillan en la obscuridad, caminan hacia la entrada del templo, pero se desvían a último minuto y se adentran en la selva, pasan unos minutos y llegan a un pozo, van entrando de uno a uno.

Lo avientan y en un segundo lo tienen unos brazos, lo ponen en una cama de piedra que le permite ver el techo del lugar, manchado y con pequeños animales, voltea y de repente ya no hay luz, llevan la cama debajo de la abertura del pozo, de manera que la luz de la luna, ahora justo arriba del lugar, te da de lleno, con todo su esplendor. Pero es la única luz ahí, lo demás es obscuridad.

Se acercan unas figuras y el ve en las manos de las figuras cuchillos hechos de un material brillante, pero negro, obsidiana.

Antes de que se de cuenta lo amarran con lianas. Ellos se ponen unas mascaras y dan el primer corte directo a su pierna sana, siente un dolor terrible, ácido, que, literalmente, le come la carne.

La herida parece segregar una especie de líquido apestoso, los insectos del techo van directo a donde el olor los guía.

La escena es descriptible como un cuerpo de madera atacado por termitas mientras las heridas se bañan en sangre y tripillas, ligamentos y músculos desfigurados.

Encima de el pozo se mueve un árbol, en el hay una sombra muy rara, animalesca, se ve al animal tratando de tragarse un bulto brillante. Al instante en que el animal introduce el objeto en su boca, cae desenfrenada y vertiginosamente.

Después de unos días sale del pozo un ave rapaz, tiene sangre humana en su pico.

Se acerca a un cuerpo de algún animal, aterriza, lo olfatea y empieza a rebuscar entre sus restos.

El pecho del animal muerto se abre lentamente y dentro se alcanza a ver un destello brillante y rosado. El ave lo toma y levanta el vuelo; se pierde de vista.

Se oye un grito desgarrador seguido de un golpe seco.

Frank -!-

sábado, 17 de julio de 2010



Podría encontrarme parada entre los hechos de mi vida, inmóvil , observando correr todo a mi alrededor, verme desde arriba como un boceto en un cuaderno de dibujo que mas tarde se volverá realidad, observarme dormir, soñar con él, soñar contigo, soñar que vuelo, soñar propiamente que me observo.



Podría vislumbrar mis errores desde lejos, ver lo que estaba sucediendo a mi alrededor cuando estaba demasiado ocupada viendo cosas que no valían la pena, miraría mis sonrisas lejanas, & todas aquellas muecas que no muestran mas que sentimientos, podría ver todo aquello que pude hacer cuando tan solo decidí quedarme sentada ahogándome desde mi propia trinchera en las olas del desasosiego, & verme protegida bajo aquel árbol de frambuesas a la espera de un futuro…


& aun con todo nada cambiaria, las cosas serian iguales que en este momento, estaría esperando entre las hojas que caen de los arboles anunciando que llego el otoño, esperaría por aquel que me prometió seguridad sin lejanía, & a pesar de todo seguiría soñando mi mundo sin colores, aquel misterio entre pantallas de cartones, seguiría de pie entre la maleza, & aquellos ojos mirándome fijamente desde la hierba, aquellos que solo esperan en momento justo para robarme las ideas, eso que temen ser vistos & viven a base de vidas ajenas.


Todo el mundo seguiría su rumbo, aquel tipo que va mirando las nubes caería irremediablemente en el charco, en el que vi caerle hace algunos años, los días serian nublados , algunos otros soleados, pero nada cambiaria todo seguiría el camino, todo tendría una razón, una consecuencia.


Tal vez podría observar cuando a escondidas me mirabas, entre puertas & ventanas, a mis espaldas, detrás de los pilares que no son de nadie & en esos momentos eran tuyos, tal ves encontraría tu mirada entre todas aquellas en las cuales nunca me detengo a espiar, tal ves podría observarte preguntándote, si es que yo también me vuelvo espía & cazador al mismo tiempo, & te miro como meta, no como presa, & me pierdo en tu sonrisa, & en aquella lejanía que vuelves tan propia como muro que protege un castillo.


Podría observar el mundo entero mientras yo me entretenía en mi clase de ingles, descubriría el porque del carácter dolido de mi mejor amiga cuando entro al salón, podría vislumbrar a la lejanía quien era el que tocaba la puerta en medio de una exposición, o oír los chistes ajenos de los chicos que están en la cafetería.


& aun así nada cambiaria, nada sucedería, el mundo seguiría dando vueltas, el sol & la luna seguirían siendo distancias infinitas he ideas que se encuentran en un sueño, yo seguiría siendo la chica soñadora que vez en la calle, aquella que va distraída, aquella que pisa charcos apropósito, tu seguirás siendo aquel que un día pensaste ser, & tal vez solo tal vez, nos percatemos de que somos los únicos que podemos dibujarnos para dejar de ser solo bocetos, crearnos día a día, siendo quien queramos ser, junto con las personas que queramos, solo nosotros podremos contar nuestras historias entre las hojas de las vidas ajenas, solo nosotros seremos responsables de que nuestras palabras dejen de ser dibujos que viajan junto al viento…

& aquí parada entre los hechos de mi vida, espero que nada cambie, porque eso es todo lo que soy, hechos, momentos, decisiones, utopías.

lunes, 12 de julio de 2010

Amantes impropios


Te palpo entre las nubes de mi pensamiento, como aquellas burbujas de los viejos comics, como aquellos sueños que parecen tan reales que piensas que hasta podrías tomarlos y guardarlos en las gavetas de tu alcoba…



Te siento como si fueras un algodón de azúcar, dulce, cálido, tierno, pero que de un segundo a otro se vuelve nada…



Te veo incorrecto, no como en los cuentos de hadas, no vienes de azul, no vienes de colores, eres como una vieja película muda, con aquellas rayas visibles, cómplices de que el royo de la película se ha rayado…



Te veo a la luz del sol, con los cabellos tratando de escapar con el viento, con aquellos ojos soñadores, aquellos que demuestran que te gusta comerte la vida a cucharadas, como un buen helado de pistache, con tu sonrisa imperfecta, nada comparable con la blancura de la nieve, ni con la formidable negrura de el carbón, aquella "la única" [la mía], la que iluminara, mis días, mis tardes, la que encontrare a la mitad de la noche cuando duerma, cuando protejas mis sueños, y cuides que no se escapen por los huecos de nuestra ventana, observo tus manos, el anhelo incansable de mi piel, oigo tu voz que corre como eco los vacios de mi corazón, irrumpe como ola entre los recovecos de mis deseos.



Me pierdo en mi mundo, en nuestro mundo, miro nuestras manos entrelazadas y me permito imaginar todos los planes que te guardo, ver amanecer, ver la lluvia caer, sentirnos a oscuras, mirar las estrellas & desear…



Desear dejar de ser el uno para el otro, dejar de pensar en las mitades enteras, y en los corazones complementarios, pensarnos únicos, dueños de nuestros silencios, dueños de nuestras sonrisas, de aquellas miradas cómplices que se pierden entre la cotidianidad, dueños de nuestros momentos, dueños de nuestros corazones desenfrenados, amantes impropios que se miran tras las ventanas en el invierno, soñadores que por las noches se escapan a escalar azoteas ajenas, tan solo para observar como es que los otros ven amanecer…



& asi recuerdo a aquella niña solitaria, que a diario vivía en su mundo imaginario, & esperaba que el príncipe azul llegara algún día [ o más bien el príncipe morado, según ella creía], ahora puedo voltear atrás & decirle, que aun lo sigo imaginando… <3

MENA**

lunes, 5 de julio de 2010

Historia I

EL SOBRE AMARILLO.

Estás despertando, vez una tenue luz que se asoma por una ventanilla sin bordes, estás en un lugar frio, pequeño, de paredes lisas.

Sientes algo en las muñecas, tienes las manos atadas por una cuerda.

Recuerdas un libro que leíste sobre músculos y empiezas a relajarte, tu respiración se alarga. La cuerda que ataba tus manos cae al suelo, tus manos, ahora libres, comienzan a desatar otra cuerda que tenias en tus pies, listo, tus pies son libres.

Oyes unas voces y te acercas a la ventanilla.

-Ya casi está, solo ajusto esto…

La voz provenía de una figura femenina, dudosa y nerviosa.

Ella vuelve a hablar.

-¿Estás seguro?

La voz que responde es de una figura masculina más cansada y vieja, pero determinada. Te atrae la atención un sobre de color amarillo en las manos de la segunda figura. Parece tener algún tipo de datos que el esta observando.

-Sí. Responde.

Ahí acaba la conversación, empiezas a buscar una salida, una puerta, o algo que te saque de ahí.

Pero no hay puertas, ni salidas.

Se empiezan a oír unos ruidos mecánicos, más bien sistemáticos, como radioactivos, no tanto golpes secos.

Pero esa distracción no te cobra mucho tiempo, ya volvió a tu mente el deseo de salir, recuerdas aquella ventanilla, y la buscas, pero ya no esta.

Algo pasa, los ruidos, o el ruido, se detiene, y la voz femenina, ahora temerosa y suplicante, habla de nuevo.

-Nada más piénsalo un poco, no es muy seguro, y aunque lo logremos no sabemos dónde lo estamos mandando.

-Continúa. Dijo el hombre, esta vez como hipnotizado.

Pero la mujer insistió,

-¿Sabes qué? Me niego, no quiero tener esa culpa sobre mí.

-¡Cállate y trabaja, funcionará! Regina, es lo que hemos estado esperando.

Se oyen unos pasos, y a continuación un ruido sordo. Las paredes empiezan a brillar,  vuelve el ruido mecánico.

De repente ya no hay paredes ni nada, y te ciega una luz proveniente de todos lados.

Y recuerdas tu graduación, tus maestrías y tus doctorados.

Tus últimos pensamientos antes de abrazar la eternidad, y unirte al absoluto.



FRANK -¡-

Quieroo...sin querer


Quiero comerme el eco del viento, y descubrir los secretos guardados en las copas de los arboles, sentir las gotas de algodón rosándome la piel, amanecer una mañana usurpando tu memoria, perder la sombra de mi alcoba, y las hojas que guarde sin querer.



Comerte a deshoras y a destiempos, inventarnos momentos, y esconderlos en un tren.


Tomar caminos desconocidos, dar pasos decididos y perderme de nuevo en mi, en ti, en aquellas ventas de paisajes eternos, en aquellas gafas donde lo vi por primera vez, en aquellos espejos donde al mirarme, te miro.


Recoger las estrellas que caen por las noches cuando nadie las ve, exportar arcoíris a las noches forasteras, escribirnos poemas, leer historietas, reinventarnos y empezar otra vez.


Cocernos te quieros, amar los secretos, ser hombres foráneos del mundo al revés.


Saltar tejados tomados de la mano, cantar a la luna “let it be”, buscar los globos perdidos, las utopías que suben por las enredaderas del sueño hasta el cielo, tapar chimeneas, trepar escaleras, caminar descalzos hasta el mar.


Quiero un helado de TÚ, un beso de MI, una carta de todo y una historia sin fin…






Quiero que vivas mi mundo, mis amores y lejanías, que entiendas como es que sin querer te quiero, pero a veces quiero sin querer…

 
 
Mena**

jueves, 1 de julio de 2010

Historias.

Queridos lectores; he tenido la oportunidad de crear un libro gracias a mi clase de Aprender a aprender.
En fin, resulta que fue requerido que escribiera yo algunos textos de varios temas; mismos que iré publicando de vez en cuando.
Va a tener como titulo Historias.
bien, que les guste.

Frank -!-