Aquéllos extranjeros del 8.

Un día llegaron esos extranjeros, creo que, esta vez, sólo son tres, no creemos que les falte nada, son felices, pero solo son tres.
A veces oímos que los niños cantan acompañados de una guitarra, a veces los vemos entrar con papeles y pinturas, plastilina y esas cosas. Muchas ocasiones suben las escaleras con ojos puestos en un libro. Siempre nos saludan con una sonrisa.
Se parecen a su padre, es un profesor, parece francés, al menos lo habla.
Los niños tienen ojos grandes y la niña es muy bonita, el tiene chinitos.
No sabemos bien de donde vienen, pero es seguro que no son de aquí, esos nuevos parecen experimentar nuevas cosas aquí.
Este es el diario de nuestra crisis, el testigo de nuestra evolución personal.

lunes, 31 de mayo de 2010

Momentos

[Olvidamos las pequeñas alegrias, por buscar la gran felicidad...]


Me confieso amante de las fotografías en ayunas, de las plumas arrastradas por el viento, de los arboles que me hablan al crujir de sus ramas. Me gustan las nubes, que no parecen ni algodón ni ovejas, sino síndromes del desasosiego, aquellas que lucen extrañamente deformes, y extrañamente conocidas. Me gustan tus ojos cuando reflejan mi felicidad, y la tuya al mismo tiempo. Me gustan los cambios, los de monedas, los de billetes, los tuyos. Tus cambios aquellos drásticos, aquellos sutiles, aquellos que hacen que me sienta perdida, aquellos que me hacen reconocerte y reconocerme en ti, pero sobre todo aquellos de los cuales yo soy la causa. Me gusta el centro a las 9 de la mañana, en silencio, vacio, siendo solo lo que es, un momento. Me gusta su olor,  tu cara en la oscuridad cuando tratamos de encontrarnos entre las sombras de tus sabanas, y su mano al abrirse…Me gusta tu alma, y aquel reloj rojo que cuelga en la repisa mas alejada de mis sueños. Me gusta sentir el viento en mi cara, y enviarle mensajes a personas lejanas. Me gusta cuando recorres mi cuerpo, cuando el silencio se apropia de las palabras, cuando por mas que me trate de distraer aquella imagen llega a mi mente. Me gusta imaginar tus labios he ir plantando besos por doquier. Me gusta sentarme en las sillas ocupadas, y tratar de comprender la manera en que los demás ven el mundo. Me gusta observar a la gente caminar, he imaginar todo lo que pasa por sus mentes. Me gusta pensar que la distancia entre tu corazón y el mio es poca, y que haci nuestros caminos nunca se separaran. Me gusta imaginar que la luna, no olvida todos los días en que la he mirado tratando de comprender porque soy tan feliz. Me gusta contar a escondidas los botones de la vida, he ir abriendo poco a poco la bragueta donde se esconden tus latidos.



Me gusta imaginar, que soy un momento, como tu, como ella, momentos, nada mas que eso.




Mena**

sábado, 22 de mayo de 2010

Ser


Contigo nunca a existido, el hacer, ha habido de todo: atrevimientos, locuras, paseos, gritos, sonrisas, cafés, copas, música, desayunos, cielos, sonrisas [muchas sonrisas], apretones, silencios, toques, preguntas, sofás, películas, sueños, llamadas...llamadas... cambios, susurros, secretos, complicidad, lagrimas, hombro, impertinencias.

Eres una botella recién abierta, nueva, provocadora, pero de rápido final. Eres miedo a la madrugada, abrazado de tu almohada. Eres sorbo, de la copa abandonada, del brindis al que te fugaste. Eres ruego, que se admira al verse causante de las lágrimas, aquellas lágrimas impertinentes, pero al fin y al cabo verdaderas. Eres demasiadas palabras, y pocos actos. Eres series y películas, y recuerdos imprudentes que se aparecen cuando nadie los llama. Eres los asientos del primer vagón que abordamos juntos. Eres muecas y modos, que solo contigo repito. Eres utopías que espero se vuelvan realidad. Eres una sonrisa sin abrochar, un te quiero volátil, una imagen quemada, un suspiro...Un suspiro que espera llegar a tus oídos o a los míos...

Eres parte del tiempo que me queda, y parte de aquel que espero nunca termine. Eres mi vid ay mi muerte, mi aliento y mi cicatriz, eres irónico... Eso, Eres mi ironía.

Eres el silencio de mis noches, las huellas de mi colcha, eres el sol de mi ventana, el helado que nadie comió, eres mi lejanía, eres mi imaginación.

Eres una mariposa a media noche, tratando de encontrar el Zíper... El zíper que abre la bragueta de mi alegría.

Eres mi pizza, y las piñas que me regalas, muy orgullosos, muy tú. Eres el jugo de mango, que deja algo incompleto y aun así me deja asquerosamente feliz toda una tarde, todo un día, toda una vida.

Eres mi miedo más eterno. Mi inseguridad más cercana. ERES MI PRINCIPIO.



Puede que no se trate, de dar mas o menos, o de no equivocarnos mas, tal ves no se trate de la gente, o del tranvía al que nos subimos juntos, tal ves en verdad no tenga nada que ver, caminar juntos o separados, al mismo ritmo o a diferente compas, tal ves solo se trate de encontrarnos en nuestros silencios, de encontrarte hay en medio del camino, y dejar de ser, para serlo juntos.

Mena**

martes, 4 de mayo de 2010

Mi cielo

"Me llamo Salmon, como el pez; de nombre, Susie. Tenía catorce años cuando me asesinaron."


Alcanzame,
acompáñame a robar cubitos de leche,

De esos que esconden dentro de los frigoríficos del mercado local.



A robar sonrisas, a los almacenes de cosquillas,

Y de paso un poco de alegría.



Acompáñame,

a robar la espuma de las botellas de champan,

Y los agujeros del queso Chedar.



A robar canciones,

Esas que solo se encuentran en las esquinas solitarias del metro.



Acompáñame,

a encontrarme dentro de ti,

en tus ojos,

en mi cielo.

MENA**






DESDE MI CIELO
Desde mi cielo es una novela [ The Lovely bones] dramática corta de la escritora estadounidense Alice Sebold que llegó a ser un éxito de ventas.
Se trata de la historia de Susie Salmon, una niña de 14 años que, tras ser asesinada a manos de su vecino, el señor Harvey, observa desde el cielo cómo su familia y amigos continuan con sus vidas. Su nuevo hogar es un cielo personalizado donde halla todo lo que desea excepto lo que más quiere y añora: su familia. Desde allí, Susie intenta entender y asimilar por un lado, su muerte y, por otro, las decisiones y evolución de sus seres queridos.
Sin duda una historia, llena de ternura y esperanza. 



Besos de arcoiris... Mena**