Aquéllos extranjeros del 8.

Un día llegaron esos extranjeros, creo que, esta vez, sólo son tres, no creemos que les falte nada, son felices, pero solo son tres.
A veces oímos que los niños cantan acompañados de una guitarra, a veces los vemos entrar con papeles y pinturas, plastilina y esas cosas. Muchas ocasiones suben las escaleras con ojos puestos en un libro. Siempre nos saludan con una sonrisa.
Se parecen a su padre, es un profesor, parece francés, al menos lo habla.
Los niños tienen ojos grandes y la niña es muy bonita, el tiene chinitos.
No sabemos bien de donde vienen, pero es seguro que no son de aquí, esos nuevos parecen experimentar nuevas cosas aquí.
Este es el diario de nuestra crisis, el testigo de nuestra evolución personal.

lunes, 14 de marzo de 2011

Me aterra lo que tu cercanía implica, me aterra lo que tu sonrisa provoca en mí, y lo que tu persona propicia en mis labios (una gran sonrisa).
Me aterra la forma en que me miras, como si de repente me fuera a esfumar, la forma en que me tomas como si en verdad me fuera a desvanecer con el viento que entra por la ventanilla del automóvil.
Me asusta la manera que en que me hablas sobre ti, sobre tus cambios y superaciones, con el perdón implícito en tus palabras, con la explicación latente de la importancia que automáticamente provoco en tu vida.
Me aterra la manera en que esto se siente tan nuevo para mi y para ti, me aterra tu olor que me hace perderme entre mis pensamientos, la manera en que pretendes caminar a mi ritmo por la acera, me aterra lo natural y lo perfecto que encaja tu cuerpo en el mío, mi abrazo en tu abrazo, la forma en que guardas cada suspiro
Me aterra soñarte y pensarte tan desconocido, tan efímero, tan volátil, tan libre, tan experto, tan único y fascinante.
Me aterra sentir este miedo hacia ti, este miedo de que pases barreras y decidas alejarte, y decidas que soy una equivocación, una ambición, un deseo, o incluso un sueño inconcluso de esos que suceden contra la almohada, en grises blancos y negros.
Me aterra la manera en que tu mirada me traspasa, la manera en que ve mas allá de mi, de ti o del mundo, la manera en que a través de tus gafas de sol logro observarte tan puro como la brisa.
Me aterra lo fascinante o mágico que puedo yo, o el mundo parecerte en estos momentos.
Me asusta la manera en que besaste mis labios, con un simple rose, como si fuera a desmoronarme entre tu boca, como si te asustara el sabor de mi esencia.
Me aterra el hecho de que al mismo tiempo, no quiera alejarte, no quiera evitarte, no pretenda distanciarme… No lo sé Tal vez Tienes Razón… Esto Es mágico!

Mena*


Quiereme, aunque sea de verdad,
quiereme, y permiteme el exeso,
Quiereme, si es posible sin piedad...

Quiereme, sin el minimo pudor,
hasta el ultimo temblor,
como quien nada espera...

Quiereme aunque no sepa FINGIR,
que de todas mis FLAQUEZAS,
SACARE LA FORTALEZA PARA REVIVIR

[Luis E. Aute... Quiereme]



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