Aquéllos extranjeros del 8.

Un día llegaron esos extranjeros, creo que, esta vez, sólo son tres, no creemos que les falte nada, son felices, pero solo son tres.
A veces oímos que los niños cantan acompañados de una guitarra, a veces los vemos entrar con papeles y pinturas, plastilina y esas cosas. Muchas ocasiones suben las escaleras con ojos puestos en un libro. Siempre nos saludan con una sonrisa.
Se parecen a su padre, es un profesor, parece francés, al menos lo habla.
Los niños tienen ojos grandes y la niña es muy bonita, el tiene chinitos.
No sabemos bien de donde vienen, pero es seguro que no son de aquí, esos nuevos parecen experimentar nuevas cosas aquí.
Este es el diario de nuestra crisis, el testigo de nuestra evolución personal.

jueves, 26 de abril de 2012

Siento.

Siento blanca brisa, si,de metal, si, con algunos pelos de gato.
Siento negros ojos, si, de ella, si, del gato.
Y siento, aunque  extraña, una inmensa voluntad. Un impulso extraño que me habita y no me limita.
Siento también un cambio, siento a veces una decepción, siento que a todas las palabras les faltan acentos.
Siento que hay palabras que deberían solo tener una z.
Como el zorro.
Me siento y te sientas, en el sillón o en la cama. Y aunque sean viejos los dos. No podrían ser más cómodos.
Hay esdrújulas, Como las amo.
Más aún a ti.
Siento la vida en mis manos.
Frank. -!-

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