[Olvidamos las pequeñas alegrias, por buscar la gran felicidad...]
Me confieso amante de las fotografías en ayunas, de las plumas arrastradas por el viento, de los arboles que me hablan al crujir de sus ramas. Me gustan las nubes, que no parecen ni algodón ni ovejas, sino síndromes del desasosiego, aquellas que lucen extrañamente deformes, y extrañamente conocidas. Me gustan tus ojos cuando reflejan mi felicidad, y la tuya al mismo tiempo. Me gustan los cambios, los de monedas, los de billetes, los tuyos. Tus cambios aquellos drásticos, aquellos sutiles, aquellos que hacen que me sienta perdida, aquellos que me hacen reconocerte y reconocerme en ti, pero sobre todo aquellos de los cuales yo soy la causa. Me gusta el centro a las 9 de la mañana, en silencio, vacio, siendo solo lo que es, un momento. Me gusta su olor, tu cara en la oscuridad cuando tratamos de encontrarnos entre las sombras de tus sabanas, y su mano al abrirse…Me gusta tu alma, y aquel reloj rojo que cuelga en la repisa mas alejada de mis sueños. Me gusta sentir el viento en mi cara, y enviarle mensajes a personas lejanas. Me gusta cuando recorres mi cuerpo, cuando el silencio se apropia de las palabras, cuando por mas que me trate de distraer aquella imagen llega a mi mente. Me gusta imaginar tus labios he ir plantando besos por doquier. Me gusta sentarme en las sillas ocupadas, y tratar de comprender la manera en que los demás ven el mundo. Me gusta observar a la gente caminar, he imaginar todo lo que pasa por sus mentes. Me gusta pensar que la distancia entre tu corazón y el mio es poca, y que haci nuestros caminos nunca se separaran. Me gusta imaginar que la luna, no olvida todos los días en que la he mirado tratando de comprender porque soy tan feliz. Me gusta contar a escondidas los botones de la vida, he ir abriendo poco a poco la bragueta donde se esconden tus latidos.
Me gusta imaginar, que soy un momento, como tu, como ella, momentos, nada mas que eso.
Mena**